Historia
El origen de su nombre hace referencia a la ubicación del municipio en la falda de un cerro donde se alzan los restos de su castillo. Su primitivo nombre fue Santibáñez de Mota, denominación proveniente de la iglesia del municipio. Iglesia que en el siglo XIII pasó a llamarse de San Juan.
Mota del Marqués fue cedida en 1222 a la Encomienda de la Orden de los Caballeros Teutónicos de Prusia por Dña. Beatriz Suabia (esposa del rey Fernando III el Santo). En el siglo XIV el rey Alfonso XI la donó a don Juan Alonso de Benavides. Ya en el siglo XV los sucesores de don Juan la vendieron a D. Rodrigo De Ulloa, Contador Mayor de los Reyes Católicos y alcalde de la fortaleza de Toro, por lo que la villa pasó a llamarse "La Mota de Toro".
El municipio recibió en 1480, de manos de los Reyes Católicos, la merced de un mercado franco todos los jueves para contribuir a su engrandecimiento.
A finales del siglo XVI, Felipe II concede a D. Rodrigo de Ulloa el título de Marqués, con lo que la villa pasó a llamarse "La Mota del Marqués". En el siglo XVIII el municipio fue agregado a la provincia de Valladolid y el marquesado recayó en la casa de Alba.
Asentamiento Vacceo en Cuestacastro
En el término municipal de Mota del Marqués se han hallado restos de la época del Bronce y de la del Hierro, así como vestigios romanos, que atestiguan la existencia de la villa en los años de la Hispania Romana. Fue en su origen una ciudad protegida por una muralla. De su afamado castillo sólo se conserva la Torre del Homenaje, la única en Valladolid de forma cilíndrica. (Hoy muy deteriorada debido a los daños ocasionados por los franceses en el año 1810). En la actualidad cuenta con numerosos monumentos de gran valor.